Desmontando el polígrafo (Mitomanía)





La mitomanía
 
Ahora vamos a evaluar la posibilidad como ya comentamos en la primera entrevista a Jose A. de Landa los casos de mitomanía en las personas que se someten a un polígrafo y la posibilidad de "pasarlos". En el caso de Belén Esteban por ejemplo, Maria José Campanario ha dicho en varias ocasiones que miente y se cree sus própias mentiras. Pasemos a evaluar la posibilidad de mitomanía en la personalidad de Belén Esteban.
 
La psicóloga forense Patricia Fernández en un artículo referente a mitomanía afirma lo siguiente:
 
 

La mitomanía es un trastorno psicológico en el que la persona miente compulsivamente falseando la realidad y haciéndola más soportable.
Todos mentimos. La mentira es adaptativa cuando nos protege o nos defiende. Otra cosa es utilizar la mentira para recrear una realidad falsa, en la que se sumerge el mitómano y de la que ya no puede salir. Se dice que cree sus propias mentiras, pero lo cierto es que no es así. Simplemente se ha acostumbrado a vivir en una realidad falsa ante los demás para obtener beneficios sociales o económicos, pero es muy consciente de su propia realidad. De hecho, si se le confronta, se comprobará que incurre en inconsistencias, para salir de ellas dirá más mentiras y no será difícil desmontar su teatro.
El mitómano tergiversa la realidad mintiendo, para proyectar una imagen mejor de sí mismo, para alimentar su ego. No hay que olvidar que la mitomanía no es un trastorno por sí mismo, sino que aparece vinculado a otros trastornos más graves, de personalidad en la mayoría de los casos, como es el narcisista y el antisocial. El perfil típico de un mitómano es el de una persona con baja autoestima, manipuladora, convincentes, histriónica, teatral y con afán de fama y reconocimiento.
Desgraciadamente vivimos en una sociedad en la que se da un valor excesivo al reconocimiento social.
¿Cuántas celebridades del mundo de la farándula inventan amoríos, separaciones, reconciliaciones, enfrentamientos… para conseguir aumentar o mantener su popularidad? ¿Se puede encuadrar a estas personas como mitómanos?
¿Son capaces de olvidar lo que hay detrás de sus palabras? Estos personajes utilizan la mentira con el único propósito de beneficiarse económicamente a base de contar las situaciones que se inventan. La mitomanía crea desajustes sociales, laborales y personales, sin embargo estas personas obtienen un reconocimiento mediático incluso superior a las personas que realmente deberían tenerlo por sus propias capacidades y éxito profesional. Encuadrarlas en un trastorno psicológico es aventurarse demasiado.

¿Cómo frenar un tipo de conducta que en vez de ser denostada, es fomentada continuamente en televisión con el único propósito de incrementar la audiencia? Simplemente siendo más críticos cuando asumimos el papel de telespectadores, pero esto es difícil cuando lo que se busca es escapar de la propia realidad viviendo nuestros sueños a través de las mentiras de otros.

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